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sábado, 2 de febrero de 2013

4.10. Estimación y Valoración del riesgo


Para cada peligro detectado debe estimarse el riesgo, determinando la severidad del daño y la probabilidad de que ocurra. Para ello, asignaremos un valor numérico a cada nivel tanto de probabilidad como de severidad del daño, atribuyendo doble valor a los niveles de severidad frente a los de probabilidad. Podemos observar en las siguientes gráficas:

A la hora de establecer la probabilidad de daño, se debe considerar si las medidas de control ya implantadas son adecuadas. Los requisitos legales juegan un papel importante en este tema. Además se debe de considerar lo siguiente:
-         Trabajadores especialmente sensibles a determinados riesgos (características personales o estado biológico).
-         Frecuencia de exposición del riesgo.
-         Fallos en el servicio. Por ejemplo, electricidad y agua.
-         Fallos en los componentes de las instalaciones y de las máquinas, así como en los dispositivos de protección.
-         Exposición a los elementos.
-         Protección suministrada por los EPI (Equipos de Protección Individual) y tiempo de utilización de los equipos.
-         Actos inseguros de las personas.

Así pues, en la siguiente tabla obtenemos las consecuencias del valor de tolerabilidad del riesgo, en base a la cual deberá priorizarse la acción preventiva necesaria para el control de los riesgos.


Leve (0)
Grave (2)
Muy grave (3)
Mortal (6)
Casi imposible (0)
0
2
4
6
Remoto (1)
1
3
5
7
Poco probable (2)
2
4
6
8
Ocasional (3)
3
5
7
9
Moderada (4)
4
6
8
10
Frecuente (5)
5
7
9
11
Obtenemos los casos que deben de tenerse más consideración dentro del ámbito de trabajo. A destacar en el caso de “Leve” pero “poco probable” u “ocasional” y en la misma línea de “Muy grave” u “ocasional”. Por ello, cada empresa crea un plan de prevención de riesgos y emergencia según el grado y valoración de accidentes dentro de la empresa.



















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